Hoy es 20 de agosto, un día como cualquier otro. Sin embargo, para mí, este día es especial. Es el día en que mi vida cambió para siempre.
Hace un año, el 20 de agosto, me diagnosticaron cáncer. Fue un shock para mí y para mi familia. Nunca había imaginado que me pasaría algo así. Me sentía invencible, pero el cáncer me demostró que no lo era.
Los meses siguientes fueron un infierno. Pasé por quimioterapia, radioterapia y cirugía. Fueron tiempos difíciles, pero con el apoyo de mi familia y amigos, lo superé todo.
Hoy, un año después, estoy aquí para contar mi historia. No soy la misma persona que era antes del cáncer. He aprendido a valorar la vida y a vivir cada día al máximo. También he aprendido que la familia y los amigos son lo más importante que tenemos.
Así que, hoy 20 de agosto, brindo por la vida, por la salud y por el amor. Y brindo por todos los que están luchando contra el cáncer. Sé que es una batalla difícil, pero con esperanza y perseverancia, se puede vencer.
Hoy es 20 de agosto, un día que nunca olvidaré. Es el día en que nací de nuevo.