24 de marzo

El 24 de marzo es un día especial para mí. No es mi cumpleaños, ni el aniversario de nada importante. Es el día en que conocí a mi mejor amigo.

Recuerdo ese día como si fuera ayer. Yo estaba en la clase de español, mirando fijamente la pared, aburrido como una ostra. De repente, la puerta se abrió y entró un chico nuevo. Era alto, con el pelo castaño y los ojos azules. Tenía una sonrisa contagiosa que iluminaba toda la habitación.

Se sentó a mi lado y nos presentamos. Su nombre era David y venía de California. Yo era muy tímido en aquel entonces, pero David era muy abierto y hablador. Enseguida empezamos a hablar y nos hicimos amigos.

Pasamos los siguientes años inseparables. Jugábamos juntos, estudiábamos juntos y nos metíamos en todo tipo de travesuras. David se convirtió en mi mejor amigo y mi hermano de otra madre.

Un día, cuando estábamos en la universidad, David me dijo que se mudaba a otra ciudad. Fue un golpe duro, pero sabía que tenía que apoyarlo. Le deseé lo mejor y le dije que siempre sería mi mejor amigo, sin importar dónde viviera.

Han pasado años desde que David se mudó, pero seguimos siendo tan cercanos como siempre. Hablamos por teléfono todos los días y nos vemos siempre que podemos. Es el mejor amigo que podría pedir y estoy muy agradecido por tenerlo en mi vida.

El 24 de marzo es un día especial para mí porque es el día en que conocí a mi mejor amigo. Es un día que celebro cada año, un día que me recuerda la importancia de la amistad.

La amistad es un regalo

Los verdaderos amigos son difíciles de encontrar

Los amigos son para siempre