Accidente AP-7 Castellón: el horror en la carretera




Todavía recuerdo el día en que ocurrió el accidente. Era un día soleado, y conducía por la AP-7 hacia Castellón. Iba escuchando la radio, charlando con mi copiloto y disfrutando del viaje. De repente, todo cambió.

Vimos un coche volcado en el carril contrario. Habíamos oído hablar de accidentes en la AP-7, pero nunca habíamos imaginado que nos veríamos envueltos en uno.

Paramos nuestro coche y nos bajamos para ayudar. La escena era dantesca. El coche estaba destrozado, y había gente tirada por el suelo. Llamamos a los servicios de emergencia y comenzamos a ayudar a los heridos.

Entre los heridos había un niño pequeño. Estaba llorando y tenía la cara ensangrentada. Le cogí en brazos y le llevé a nuestro coche. Mi copiloto le consoló y le dio un peluche para que se calmara.

Los servicios de emergencia llegaron rápidamente y se llevaron a los heridos al hospital. Nos quedamos allí un rato, en shock por lo que habíamos visto.

El accidente de la AP-7 de Castellón fue un duro recordatorio de lo frágil que es la vida. En un segundo, todo puede cambiar. También fue un testimonio del poder de la bondad humana. La gente se unió para ayudar a los heridos y consolarse mutuamente.

Todavía pienso en el niño pequeño que cogí en brazos. Espero que se haya recuperado de sus heridas y que esté bien. El accidente de la AP-7 de Castellón fue una experiencia que nunca olvidaré.

  • Si vas a conducir, siempre lleva el cinturón de seguridad.
  • No conduzcas bajo los efectos del alcohol o las drogas.
  • Respeta los límites de velocidad y las normas de circulación.
  • Sé consciente de tu entorno y de los demás vehículos.
  • Si ves un accidente, para y ayuda en lo que puedas.

Juntos podemos hacer que las carreteras sean más seguras para todos.