¡Ahogados en Guardamar!
¿Playa o piscina? Un dilema que se plantea miles de veces durante el verano y que, a veces, se puede solucionar en una misma tarde. Es lo que les ocurrió a los cientos de veraneantes que se dieron cita en las playas de Guardamar del Segura el pasado fin de semana.
El sábado, las olas se apoderaron de la costa alicantina y dejaron imágenes espectaculares. Pero el domingo, la situación cambió por completo. El viento amainó, el mar se calmó y las piscinas de los hoteles se convirtieron en la mejor opción para refrescarse.
Tanto fue así que, por momentos, las piscinas parecían auténticos calderos. Niños, jóvenes y adultos se agolpaban en ellas, buscando un hueco para nadar o, simplemente, para flotar y disfrutar del agua fresquita.
Algunos establecimientos, incluso, tuvieron que limitar el acceso a sus piscinas para evitar aglomeraciones. Otros, como el Hotel Guardamar, optaron por abrir una segunda piscina para dar cabida a todos los clientes.
Pero no solo las piscinas de los hoteles estaban a rebosar. Las piscinas municipales también registraron una gran afluencia de público. En la piscina de la Ciudad Deportiva, por ejemplo, se formaron largas colas para entrar.
La situación fue similar en las playas de la zona. Aunque el mar estaba mucho más tranquilo que el día anterior, todavía había oleaje y muchos bañistas prefirieron quedarse en la orilla o en las rocas.
El resultado de todo esto fue una jornada de intenso calor en la que, por momentos, resultaba difícil encontrar un lugar donde refrescarse. Pero tampoco fue necesario, porque en Guardamar, el agua estaba por todas partes.