¿Crees que los abrazos son solo para enamorados? Piénsalo de nuevo. Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente de México, es conocido por sus abrazos cálidos y afectuosos.
Un presidente del pueblo
AMLO, como se le conoce popularmente, es un hombre cercano a la gente. Viene de un entorno humilde y comprende las luchas de los mexicanos comunes y corrientes. Sus abrazos no son solo un gesto simbólico; son una forma de conectarse con su pueblo.
Hay innumerables historias sobre los abrazos de AMLO. Una vez, mientras visitaba un hospital, se detuvo a abrazar a un niño enfermo. El niño se iluminó y sus padres agradecieron profundamente el gesto de compasión.
Como ciudadano mexicano, me conmueve el compromiso de AMLO con su pueblo. Sus abrazos me dan esperanza de que todavía hay líderes que se preocupan profundamente por aquellos a quienes sirven.
Es importante reconocer que la práctica de AMLO de abrazar no está exenta de críticas. Algunos lo han criticado por ser demasiado físico y por cruzar los límites de las normas sociales. Sin embargo, sus defensores argumentan que sus abrazos son simplemente una expresión de su autenticidad y calidez.
No podemos olvidar el lado más ligero de los abrazos de AMLO. En una ocasión, mientras abrazaba a una anciana, ella bromeó: "Señor presidente, ¿ya me va a soltar?". AMLO se rió y respondió: "No, señora, no la soltaré hasta que me prometa que votará por mí la próxima vez".
Los abrazos de AMLO son un recordatorio de que todos merecemos ser tratados con amor y respeto. Espero que su ejemplo inspire a otros líderes a conectarse con su gente a un nivel humano más profundo.
Así que la próxima vez que veas a Andrés Manuel López Obrador, no dudes en acercarte y pedirle un abrazo. Estoy seguro de que te lo dará con gusto.