Así era realmente Luis Cordero!

Luis Cordero fue un personaje muy singular y enigmático que dejó una huella imborrable en la historia ecuatoriana. Conocido por su ingenio, valentía y pasión por su país, Cordero dejó un legado que aún hoy es admirado y debatido.

Primeros años y educación

Luis Cordero nació en Cuenca, Ecuador, el 6 de abril de 1833. Sus padres eran José María Cordero y Josefa Crespo, una familia acomodada y respetada. Cordero recibió una educación privilegiada, estudiando en el Colegio Seminario de Cuenca y luego en la Universidad de Quito, donde se graduó como abogado.

Carrera política

Cordero inició su carrera política en 1861, cuando fue elegido Diputado por la provincia del Azuay. Rápidamente ascendió en las filas y se convirtió en una figura destacada en el Partido Conservador. Ocupó varios cargos importantes, incluyendo el de Ministro de Hacienda y Ministro de Relaciones Exteriores.

Presidencia

En 1892, Cordero fue elegido Presidente de Ecuador. Su presidencia estuvo marcada por la estabilidad y el progreso. Implementó reformas económicas, construyó infraestructura y promovió la educación. También enfrentó desafíos, como la oposición de los liberales radicales y la inestabilidad política en el país.

Exilio y regreso

En 1895, Cordero fue derrocado por una revolución liderada por Plácido Caamaño. Se exilió en Perú y luego en Europa. Regresó a Ecuador en 1906 y continuó participando en la vida política hasta su muerte en 1912.

Legado

Luis Cordero es recordado como un personaje complejo y controvertido. Fue un hombre de gran intelecto y habilidad política, pero también fue acusado de autoritarismo y corrupción. Sin embargo, su legado como un líder que contribuyó al desarrollo y estabilidad de Ecuador sigue siendo innegable.

Algunas anécdotas sobre Luis Cordero

Se decía que Cordero tenía una memoria fotográfica y que podía recitar discursos enteros de memoria.
Era conocido por su ingenio y su afición por las bromas. Una vez, preguntó a un grupo de personas ¿quiénes eran los más tontos del mundo? y cuando le respondieron que no lo sabían, dijo: "¡Los que están aquí!"
Cordero era un hombre de fuertes convicciones y no temía defender lo que creía. Una vez, cuando fue acusado de corrupción, dijo: "Prefiero ser un león con una reputación manchada que un cordero con una reputación limpia".

Luis Cordero fue un personaje fascinante que dejó una marca indeleble en la historia de Ecuador. Su ingenio, valor y amor por su país siguen inspirando a las generaciones venideras.