¡Atención, abuelitos! INAPAM y CFE te traen un superdescuento

¡Hola, querido lector! ¿Estás listo para una noticia que te va a alegrar el día?

Si eres una persona adulta mayor, seguramente ya conoces los beneficios que te ofrece el INAPAM (Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores). Pero si no, ¡te cuento que es una maravilla!

El INAPAM tiene un montón de descuentos y apoyos para los abuelitos, como descuentos en medicamentos, transporte y ahora también en la luz. Sí, ¡en la luz!

¿Cómo funciona el descuento de la CFE?

Es muy fácil. Si tienes tu tarjeta INAPAM vigente, puedes presentarla en tu sucursal de CFE más cercana y solicitar el descuento. ¡Así de sencillo!

El descuento es del 50% en el consumo básico de electricidad, que es de hasta 150 kWh.

Aplica para todos los abuelitos, sin importar su nivel socioeconómico.

No hay límite de edad para solicitarlo.

Además, te tengo una buenísima noticia: ¡el descuento es retroactivo!

¿Qué quiere decir esto? Que si ya pagaste tus recibos de luz de los últimos meses, puedes ir a CFE y solicitar el reembolso del 50% del consumo básico. ¡Genial, ¿verdad?!

Dato curioso: ¿Sabías que hay más de 14 millones de abuelitos en México? ¡Así que este descuento beneficia a muchísimas personas!

¿Qué beneficios tiene el descuento?

¡Son muchos! Te los cuento:

• Ahorras dinero en tu recibo de luz.
• Contribuyes a la economía del país.
• Disfrutas de un hogar más iluminado y acogedor.
• Te sientes más seguro porque sabes que estás protegido.

¿Cómo solicitar el descuento?

Ya te lo conté antes, pero te lo repito: ¡es muy fácil!

Solo tienes que:

• Presentar tu tarjeta INAPAM vigente en tu sucursal de CFE más cercana.
• Solicitar el descuento al personal de CFE.
• ¡Listo!

  ¿A qué esperas? ¡Aprovecha este increíble descuento y disfruta de una luz más barata y un hogar más iluminado!

  Si tienes alguna duda o necesitas más información, puedes llamar al 071 o visitar la página web de la CFE. ¡No esperes más!

  ¡Adiós, querido lector! Espero que esta noticia te haya hecho sonreír. Y recuerda, ¡nunca dejes de brillar!