El pasado 2 de noviembre, un terrible atropello conmocionó a la ciudad de Oviedo. Una mujer de 84 años fue arrollada por un autobús en la calle Uría, a plena luz del día. El impacto fue tan brutal que la mujer murió en el acto.
El conductor del autobús, un hombre de 45 años, dio positivo en un control de alcoholemia. Fue detenido y puesto a disposición judicial.
Este trágico suceso ha vuelto a poner de manifiesto el problema de los atropellos en las ciudades. Según datos de la Dirección General de Tráfico, en España se producen más de 10.000 atropellos cada año, y alrededor de 400 de ellos son mortales.
Los atropellos son especialmente frecuentes en las zonas peatonales y en los pasos de cebra. Los peatones son los más vulnerables en estos accidentes, ya que no están protegidos por ningún tipo de carrocería.
Para evitar los atropellos, es fundamental que tanto conductores como peatones extremen las precauciones. Los conductores deben respetar los límites de velocidad y estar atentos a los peatones, especialmente en las zonas peatonales y en los pasos de cebra. Los peatones, por su parte, deben utilizar siempre los pasos de cebra y cruzar la calle con precaución.
El atropello de Oviedo es un triste recordatorio de la importancia de la seguridad vial. Todos debemos ser conscientes de los riesgos y tomar medidas para evitar los accidentes.
Si todos tomamos estas medidas, podemos contribuir a reducir el número de atropellos y hacer nuestras ciudades más seguras.