Backyardigans




Una vez leí un libro sobre un grupo de niños que tenían un patio trasero muy grande e imaginativo. En su patio trasero, podían ser cualquier cosa que quisieran. Podían ser piratas, vaqueros, astronautas o cualquier otra cosa que se les ocurriera. Me encantó leer sobre sus aventuras y siempre quise tener una experiencia similar.
Años más tarde, cuando era niño, tuve la oportunidad de tener mi propio patio trasero imaginativo. No era tan grande como el del libro, pero era lo suficientemente grande como para que yo pudiera correr y jugar. Me encantaba pretender que era un pirata, un vaquero o un astronauta.
Un día, estaba jugando en mi patio trasero cuando vi un grupo de niños jugando en el patio trasero de al lado. Me acerqué a ellos y les pregunté si querían jugar conmigo. Me dijeron que sí y pronto estábamos jugando juntos.
Nos divertimos mucho pretendiendo ser diferentes cosas. Fuimos piratas, vaqueros y astronautas. También jugamos al escondite y a la rayuela.
Pasamos horas jugando juntos y nunca olvidaré ese día. Fue uno de los mejores días de mi infancia.
Desde ese día, siempre he amado el patio trasero. Es un lugar donde puedo ser cualquier cosa que quiera ser. Puedo ser un pirata, un vaquero o un astronauta. Puedo ser cualquier cosa que mi imaginación me permita ser.
El patio trasero también es un lugar donde puedo pasar tiempo con mis amigos. Podemos jugar juntos, contar historias y reírnos. Es un lugar donde podemos ser nosotros mismos y divertirnos.
El patio trasero es un lugar especial para mí. Es un lugar donde puedo ser creativo, imaginativo y social. Es un lugar donde puedo ser yo mismo.
Si tienes la suerte de tener un patio trasero, espero que lo disfrutes tanto como yo. Es un lugar que te brindará muchos años de diversión y recuerdos.