¿Cómo el Everton se convirtió en el Bournemouth del norte?

¡No, no es una broma! El Everton, uno de los clubes más históricos de Inglaterra, se ha convertido en el Bournemouth del norte.

Todo comenzó con la llegada de Frank Lampard, un entrenador que ha estado tratando de emular a Jürgen Klopp en el Liverpool, pero en Goodison Park. Lampard implementó un estilo de juego de presión alta, rápido y emocionante, que le dio al Everton algunos resultados impresionantes al principio.

Sin embargo, el Everton también heredó los problemas defensivos del Bournemouth. La defensa del Everton ha sido terrible esta temporada, concediendo más goles que cualquier otro equipo en la Premier League excepto el colista, Southampton.

El central Conor Coady, cedido por el Wolverhampton, ha sido una decepción, y el veterano Séamus Coleman ha perdido su ritmo. La falta de un portero fiable también ha sido un gran problema, con Jordan Pickford cometiendo varios errores de bulto.

Para empeorar las cosas, el Everton ha estado plagado de lesiones. Jugadores clave como Dominic Calvert-Lewin, Abdoulaye Doucouré y Yerry Mina han pasado largas temporadas fuera de juego. Esto ha dejado a Lampard con muy pocas opciones para elegir.

Además de los problemas en el campo, el Everton también ha estado sufriendo una mala gestión fuera de él. La directiva del club ha tomado una serie de decisiones cuestionables, incluida la venta de Richarlison al Tottenham.

El propietario, Farhad Moshiri, ha sido criticado por su interferencia en los asuntos del club, y el director deportivo, Kevin Thelwell, ha sido acusado de no poder fichar jugadores que mejoren el equipo.

El futuro del Everton es incierto. El club se encuentra actualmente en zona de descenso, y Lampard está bajo una presión cada vez mayor. Si el Everton desciende, podría ser un desastre financiero para el club.

Es triste ver a un club tan grande como el Everton luchando por sobrevivir. Espero que Lampard pueda darles la vuelta y mantenerlos en la Premier League. Sin embargo, si no lo consigue, el Everton podría convertirse en el próximo Bournemouth, un club que alguna vez estuvo en alza, pero que ahora está luchando por mantenerse a flote.