Todos recordamos esa sensación de vacío que nos invade cuando perdemos a un ser querido. El dolor es insoportable, y sentimos que nunca podremos superarlo. Sin embargo, con el tiempo, el dolor se desvanece y seguimos adelante con nuestras vidas.
Pero, ¿qué pasa con los que mueren en el anonimato? ¿Los que no tienen a nadie que los llore? Son los olvidados, los que desaparecen sin dejar rastro.
Pienso en ellos cada vez que leo sobre un actor famoso que ha fallecido. La gente se lamenta y se compadece, pero ¿qué pasa con los innumerables actores que mueren cada año en la oscuridad?
No son estrellas de cine, pero son personas. Tienen familias y amigos que los amaban. También tenían sueños y aspiraciones. Pero nadie los recordará.
Es triste pensar que nuestros muertos son tan pronto olvidados. Pero es aún más triste pensar que hay personas que mueren sin que nadie los eche de menos.
Así que la próxima vez que escuches sobre la muerte de un actor famoso, tómate un momento para recordar a los que mueren en el anonimato. Son los verdaderos olvidados.
Y si conoces a alguien que está solo, llámalo o envíale un mensaje de texto. Hazles saber que los quieres y que te importa.
Porque todos merecemos ser recordados, sin importar si somos famosos o no.