Cabalgata de Reyes: Un sueño hecho realidad




Cada año, el 5 de enero, las ciudades y pueblos de España se transforman en un espectáculo mágico cuando la Cabalgata de Reyes desciende por sus calles. Esta colorida procesión, que recrea la llegada de los Reyes Magos a Belén, llena el aire de ilusión y emoción, especialmente para los más pequeños.
Recuerdo cuando era niña, la noche antes de la Cabalgata, era imposible conciliar el sueño. La ilusión de ver a los Reyes Magos en persona era tan intensa que hacía que mi corazón latiera con fuerza. Me despertaba temprano, con los ojos muy abiertos y llenos de asombro, para preparar mi carta y dejarla en el árbol de Navidad.
El día de la Cabalgata, mi familia y yo nos acercábamos a la ruta del desfile horas antes de su inicio. Allí, nos uníamos a una multitud de personas, todas ellas expectantes y con la mirada fija en el horizonte. El ambiente era contagioso, una mezcla de nerviosismo y emoción que hacía que el tiempo pasara volando.
Cuando los primeros compases de la música comenzaban a sonar, un escalofrío recorría mi espina dorsal. Los niños gritaban y señalaban hacia el cielo, donde aparecían las carrozas de los Reyes Magos. Era un momento de pura magia, donde los sueños se hacían realidad.
Las carrozas, cada una representando un continente diferente, eran una obra maestra de luces, colores y movimiento. Los Reyes Magos, con sus majestuosos trajes y sus sonrisas amables, saludaban a la multitud, repartiendo sonrisas y esperanza. Los niños, con sus ojitos llenos de asombro, corrían tras las carrozas, con la esperanza de atrapar los caramelos que los Reyes Magos lanzaban a su paso.
El punto culminante de la Cabalgata era la llegada de los Reyes Magos a la Plaza Mayor. Allí, en un escenario especialmente preparado, los niños podían acercarse a ellos, entregarles sus cartas y recibir a cambio un abrazo cálido y una promesa de regalos. Era un momento de conexión especial, donde los sueños se convertían en realidad.
La Cabalgata de Reyes no es solo un desfile, es una tradición que se ha transmitido de generación en generación. Es una noche de ilusión y magia, donde los sueños de los niños se hacen realidad. Es una celebración de la esperanza, la alegría y el poder de la imaginación.