¡Calaveritas literarias, un arte lúgubre y divertido!




¡Oh, calaveritas literarias,
qué ingenioso y peculiar canto a la muerte!
Con versos jocosos y sátiras hilarantes,
nos brindan un momento de risa y espanto.
¿Qué sería del Día de los Muertos
sin estas rimas llenas de humor?
Calaveras que bailan, cantan y flirtean,
mientras nos recuerdan que la vida es fugaz y efímera.
Cada hueso, cada articulación,
cada verso es una obra de arte,
un homenaje a la muerte, sí,
pero también a la vida y su alegre disparate.
Mentes ágiles las escriben,
con pluma afilada y tinta negra,
tejiendo historias de ultratumba,
donde la risa y el miedo se entremezclan.
Son crónicas del más allá,
aventuras de difuntos inquietos,
que buscan un momento de solaz,
en la festividad de los huesos.
Sus versos son como pós de calaveras,
que cubren con gracia y picardía,
los defectos y virtudes humanas,
en un baile macabro lleno de ironía.
¡Salud, calaveritas literarias!
Que su sátira nos despierte,
que su humor nos enterne,
y que su memoria perdure eternamente.