Checho Hirane, el querido conductor chileno, nos ha dejado un gran vacío en nuestros corazones.
Con su característica sonrisa y su humor único, Checho nos acompañó durante años en nuestras tardes de televisión, haciéndonos reír a carcajadas.
Recuerdo el día que lo conocí. Yo era una joven periodista y él era el director del noticiero de Canal 13. Me impresionó su amabilidad y su disposición a ayudar a los demás.
Años más tarde, tuve el privilegio de trabajar con él en un programa de televisión. Fue un honor y un aprendizaje. Checho era un profesional ejemplar, siempre preocupado por hacer un buen trabajo y por tratar bien a su equipo.
Pero lo que más me gustaba de Checho era su capacidad de hacernos reír. Tenía un don especial para encontrar el lado cómico de las situaciones, incluso en los momentos más difíciles.
Su muerte ha sido una gran pérdida para el mundo de la televisión y para todos los que lo conocíamos y lo queríamos.
Gracias por todo, Checho. Te vamos a extrañar mucho.
Descansa en paz, querido amigo.