Un verano infernal
Los veranos en Mexicali son una prueba de resistencia para los débiles de corazón. Las temperaturas se disparan regularmente a más de 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit), convirtiendo la ciudad en un horno al aire libre. El aire abrasador te abrazará como un amante posesivo, secándote hasta los huesos. Pero no te desesperes, porque incluso en este calor abrasador, Mexicali te ofrece un respiro.Los oasis del atardecer
Cuando el sol comienza su descenso, Mexicali cobra vida. A medida que las temperaturas descienden levemente, la ciudad sale de su escondite para disfrutar de los agradables atardeceres. Los parques y plazas se llenan de gente que busca alivio del calor abrasador del día. Es un momento mágico donde el cielo se incendia con una sinfonía de colores, pintando una escena etérea que te hará olvidar tus preocupaciones.Vientos salvajes
El clima de Mexicali no sería el mismo sin sus vientos característicos. Los "chubascos", como los llaman los lugareños, son vientos fuertes que azotan la ciudad con fuerza impredecible. A veces, son un soplo refrescante que trae un alivio muy necesario del calor. Otras veces, son una fuerza destructiva que levanta polvo y arena, envolviendo la ciudad en una bruma apocalíptica. Pero no temas, porque los chubascos suelen ser de corta duración, dejando atrás un cielo despejado y un aire revitalizado.Tormentas eléctricas electrizantes
Durante la temporada de lluvias, que se extiende desde julio hasta septiembre, Mexicali se convierte en un campo de batalla para tormentas eléctricas. Los relámpagos iluminan el cielo nocturno como espadas de fuego, mientras que los truenos retumban a través de las calles como el latido de un corazón de gigante. Estas tormentas pueden ser espectaculares y aterradoras a la vez, pero también son una bendición, trayendo lluvia muy necesaria y aliviando el calor implacable.Un viaje meteorológico
Visitar Mexicali es embarcarse en un viaje meteorológico que te dejará con recuerdos inolvidables. Desde el abrasador calor del verano hasta los vientos salvajes y las tormentas eléctricas electrizantes, Mexicali ofrece un espectáculo climático que no encontrarás en ningún otro lugar. Entonces, prepárate para un viaje como ningún otro, donde el clima es el protagonista y tú eres el espectador maravillado.