Colón Temperley: Una historia de amor y perseverancia




¡Sabías que hay un Colón en Temperley?! Pues sí, y es un club con una historia tan apasionante como su nombre.
Esta aventura empezó en 1929, cuando un grupo de vecinos del barrio vieron un baldío y pensaron: "¡Aquí podríamos construir una cancha de fútbol!". Y así nació la Sociedad de Fomento Colón.
Con el tiempo, el club fue creciendo y ganando adeptos, pero no todo fue color de rosa. En los años 70, el baldío donde jugaban fue expropiado y tuvieron que buscar un nuevo hogar.
Pero lejos de rendirse, los hinchas se pusieron las pilas y con mucho esfuerzo, consiguieron comprar un terreno cerca de la estación de Temperley. Ahí, levantaron un estadio pequeño pero con mucho corazón.
Lo que hace especial a Colón Temperley es su gente. Gente humilde, trabajadora y apasionada por el fútbol. Gente que ama al club más que a nada en el mundo.
Y como en toda buena historia de amor, no faltan los momentos inolvidables. Como aquella vez que le ganaron al mismísimo San Lorenzo en un partido amistoso. O cuando llegaron a la final de la Copa Argentina en 2016, aunque no pudieron llevarse la copa.
Pero más allá de los triunfos y las derrotas, Colón Temperley es un lugar donde los sueños se hacen realidad. Un lugar donde el fútbol es más que un deporte: es una forma de vida.
Porque en Colón, no importan los resultados. Lo que importa es el amor por la camiseta, la pasión por el juego y la alegría de compartir momentos únicos con amigos y familiares.
Así que ya sabes, si alguna vez pasas por Temperley, no dudes en visitar el estadio de Colón. Y si tienes suerte, puede que hasta veas un partido. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!
Además, mientras estés allí, no te olvides de pedir una porción de pizza en la cantina. ¡Dicen que es la mejor de todo el barrio!