Cuando juega Colombia

No importa si es en casa o de visita, si es amistoso o oficial, si es con Messi o sin Messi, cuando juega Colombia se vive una fiesta. La gente se reúne en las casas, en los bares, en las plazas, en las calles, a gritar, a cantar, a bailar, a celebrar, porque la selección es más que un equipo, es una pasión, es un sentimiento, es una forma de ser colombiano.

Yo recuerdo que cuando era niño, mi papá me llevaba al estadio a ver a la selección. Era una época en la que Colombia no era tan fuerte como ahora, pero la gente iba igual, con la misma ilusión, con la misma esperanza.

Yo me sentaba en la tribuna, con mi camiseta amarilla, y veía a los jugadores correr, luchar, sudar, y me sentía orgulloso de ser colombiano. Veía a Higuita hacer sus atajadas imposibles, a Valderrama dar sus pases mágicos, a Asprilla marcar sus goles espectaculares, y pensaba que yo también quería ser así, quería jugar en la selección, quería defender los colores de mi país.

Y aunque nunca llegué a ser un futbolista profesional, siempre seguí apoyando a la selección. He estado en los buenos y en los malos momentos, he celebrado victorias y he llorado derrotas, pero nunca he perdido la fe.

Porque la selección es más que un equipo, es una pasión, es un sentimiento, es una forma de ser colombiano.

Y cuando juega Colombia, yo me siento orgulloso de ser colombiano, porque sé que estoy apoyando a un equipo que representa a mi país, a mi gente, a mis sueños.

¡Vamos Colombia!

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