Cuando se pide calaverita




Por José Luis Fernández

Mi calaverita bonita

El Día de Muertos es una de las tradiciones más arraigadas en México. En esta fecha, recordamos a nuestros seres queridos que se han ido y celebramos su vida. Una de las actividades más tradicionales de esta festividad es pedir calaverita.
La tradición de pedir calaverita se remonta al siglo XVIII, cuando los niños iban de casa en casa pidiendo dulces y comida. A cambio, ellos rezaban por las almas de los difuntos. Con el paso del tiempo, esta tradición ha evolucionado y ahora los niños piden dulces y dinero.
Para pedir calaverita, los niños se disfrazan de calaveras o de otros personajes relacionados con la muerte. Llevan un recipiente para guardar los dulces y una vara para tocar la puerta de las casas. Cuando alguien les abre, ellos dicen:
"Me da mi calaverita,
por favor, por favorcito,
que si no me la da,
me muero aquí mismito".
Si la persona que les abre la puerta les da dulces, los niños dicen:
"Gracias, gracias,
que Dios se lo pague".
Si la persona que les abre la puerta no les da dulces, los niños dicen:
"No me dio mi calaverita,
que Dios se lo pague".
Pedir calaverita es una actividad muy divertida para los niños. Les permite celebrar el Día de Muertos y aprender sobre las tradiciones de sus antepasados. También es una forma de recordar a los que ya no están con nosotros.

Mi experiencia pidiendo calaverita

Cuando era niño, me encantaba pedir calaverita. Recuerdo que todos los años me disfrazaba de calavera y salía a recorrer las calles de mi barrio. Siempre me divertía mucho y conseguía muchos dulces.
Un año, me disfracé de la Catrina, el personaje más famoso del Día de Muertos. Fui de casa en casa pidiendo calaverita y la gente me daba muchos dulces. Incluso me dieron dinero. Fue una de las mejores experiencias de mi infancia.
Hoy en día, sigo recordando con cariño la tradición de pedir calaverita. Es una forma de celebrar el Día de Muertos y de recordar a los que ya no están con nosotros.