¡Cuidado, conductores imprudentes! Una historia que les hará temblar!




Dice el famoso dicho "el que no oye consejos no llega a viejo" y, sobre todo, si se trata de consejos para evitar males mayores. En este sentido, las campañas de concienciación vial se multiplican por doquier para evitar que las imprudencias al volante cobren vidas.
Pero, ¿qué pasa cuando los consejos caen en saco roto? Pues que surgen historias como la que les voy a contar.
Yo, que soy una persona de rutinas, suelo desplazarme siempre a las mismas horas y por los mismos caminos. Esto me ha permitido ser testigo de una escena que se repite día tras día: un conductor que, en una vía de doble sentido, adelanta sin importarle que venga un coche de frente.
No exagero si digo que he visto esta maniobra temeraria decenas de veces. Lo que más me sorprende es que en ningún momento he visto un coche de policía que le dé el alto. ¿Acaso no se dan cuenta de la imprudencia que comete?
Sé que puede parecer una exageración, pero les juro que he estado a punto de presenciar un accidente. El conductor temerario no solo adelanta sin visibilidad, sino que lo hace a una velocidad excesiva. Es una suerte que hasta ahora no haya pasado nada, pero me temo que el día menos pensado podría ocurrir una desgracia.
Sé que hay personas que se justifican diciendo que tienen prisa, pero eso no es excusa para poner en riesgo la vida de los demás. Si tienes prisa, sal antes de casa o busca una ruta alternativa. Pero no adelantes sin visibilidad porque eso es jugar con fuego.
He decidido escribir este artículo para hacer un llamamiento a la prudencia. Sé que no todos los conductores son iguales, pero estoy convencido de que hay muchos que se identificarán con esta historia. Si tú eres uno de ellos, te pido que reflexiones sobre tus hábitos al volante.
Piensa en las consecuencias que puede tener un adelantamiento imprudente. Piensa en el dolor que podrías causar a tu familia y a la familia de la otra persona implicada. ¿De verdad merece la pena arriesgar tanto por llegar unos minutos antes?
Yo creo que no. Creo que la vida es demasiado valiosa como para jugar con ella. Por eso, te pido que conduzcas con prudencia y que respetes las normas de circulación.
Tu vida y la de los demás dependen de ello.