La borrasca subtropical DANA ha vuelto a tocar tierra firme, esta vez en Barcelona. Llegaba precisamente cuando se cumplían cinco años del temporal de lluvias que inundó la mayor parte de la Ciudad Condal. Si bien no se han repetido los trágicos sucesos de entonces, el fuerte oleaje ha vuelto a ser el protagonista indiscutible de esta nueva etapa tormentosa.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó la alerta amarilla en el litoral de Barcelona ante la previsión de fuertes lluvias y vientos. La alerta se ha mantenido activa durante gran parte de la semana pasada, aunque ha ido desactivándose paulatinamente a medida que la borrasca se alejaba de nuestras costas.
Las lluvias no han sido tan intensas como se esperaba en un principio, pero han provocado algunos problemas puntuales. El viento, por su parte, ha sido más fuerte de lo previsto y ha causado estragos en mobiliario urbano y en algunos edificios. También se han registrado algunos cortes de luz y de agua, aunque han sido rápidamente subsanados.
Lo peor ha sido el fuerte oleaje, que ha obligado a cerrar varios tramos del litoral barcelonés. Las olas han destrozado algunos espigones y han inundado varios paseos marítimos. También ha habido problemas en el puerto de Barcelona, donde varios barcos han sufrido daños.
El temporal ha dejado un reguero de daños materiales, pero no se han registrado víctimas personales. La borrasca DANA ya ha abandonado Cataluña y se dirige hacia el norte de Italia. La AEMET prevé que el tiempo mejore en las próximas horas y que el sol vuelva a lucir en Barcelona antes de que acabe la semana.