En el corazón del Estado de México se encuentra un paraíso llamado Valle de Bravo. Este pueblo mágico es un destino que enamora a propios y extraños con su belleza natural, sus actividades al aire libre y su ambiente tranquilo.
Un lago de ensueño
El Lago Avandaro es el corazón de Valle de Bravo. Sus cristalinas aguas invitan a nadar, practicar deportes acuáticos o simplemente admirar la tranquilidad de su entorno. El paseo en lancha es una forma ideal de descubrir los rincones escondidos del lago y contemplar las imponentes montañas que lo rodean.
Aventura y naturaleza
Para los amantes de la aventura, Valle de Bravo ofrece un sinfín de posibilidades. El parapente te permite sobrevolar el lago y disfrutar de unas vistas panorámicas impresionantes. El senderismo y el ciclismo de montaña te invitan a explorar los senderos que serpentean por los alrededores, regalándote encuentros con la flora y fauna locales.
Un pueblo con encanto
El propio pueblo de Valle de Bravo es un lugar encantador para pasear. Sus calles empedradas, sus casas coloniales y sus plazas llenas de vida le confieren un ambiente pintoresco que te hará retroceder en el tiempo.
La Parroquia de San Francisco de Asís es el templo más emblemático del pueblo. Su fachada barroca y su interior neoclásico son dignos de admiración.
Sabores y aromas
Valle de Bravo cuenta con una gastronomía deliciosa que deleitará a tu paladar. No te pierdas las truchas a la talla, una especialidad local cocinada con especias y envuelta en hoja de plátano.
También hay excelentes restaurantes donde podrás degustar platos internacionales y disfrutar de un ambiente acogedor.
Un lugar para relajarse
Tras un día lleno de actividades, nada mejor que relajarte en uno de los muchos spas y hoteles que ofrece Valle de Bravo. Déjate mimar con masajes, tratamientos faciales y otras terapias que te dejarán rejuvenecido y renovado.
¡Visita Valle de Bravo y enamórate de su magia!