Cada año, la ciudad de Zamora se transforma en un escenario medieval para acoger su esperado Mercado Medieval. Durante cuatro días, las calles del casco histórico se engalanan con banderolas y pendones, y los puestos de artesanos y comerciantes nos invitan a viajar en el tiempo.
Nosotros no quisimos perdernos esta cita y nos lanzamos a la aventura ataviados con nuestros mejores atuendos medievales. Al cruzar la puerta de entrada, nos recibió un aroma a especias y cuero que nos transportó a otra época.
Recorriendo las estrechas callejuelas, descubrimos una gran variedad de puestos que ofrecían desde productos típicos de la época, como pan de centeno y queso de cabra, hasta joyas artesanales y artículos de decoración medieval. Los comerciantes, ataviados con ropas tradicionales, nos atendían con simpatía y nos explicaban la historia de sus productos.
Además de las compras, el Mercado Medieval de Zamora ofrece un sinfín de actividades para disfrutar: espectáculos de cetrería, actuaciones musicales, desfiles de caballeros y damas, y talleres de artesanía para los más pequeños. Nosotros asistimos a una representación teatral que nos hizo reír y emocionarnos a partes iguales.
Pero lo que más nos cautivó fue el ambiente que se respiraba en el mercado. Los vecinos y visitantes, vestidos con trajes medievales, charlaban animadamente y participaban en las diferentes actividades. El Mercado Medieval de Zamora es mucho más que un evento turístico, es una oportunidad para conectar con la historia y sentir la magia de la Edad Media.
Si estás pensando en visitar Zamora, no te pierdas su Mercado Medieval. Es una experiencia única que te transportará a otra época y te dejará un recuerdo inolvidable. ¡No te arrepentirás!
¡Hasta la próxima aventura medieval!