Domingo Ochoa: El hombre que le dio voz a la ciudad




Cuenta la historia del legendario locutor de radio que cautivó a generaciones con su voz inconfundible
Domingo Ochoa, el hombre que le dio voz a la ciudad, nació en el seno de una humilde familia en la colonia Obrera de Monterrey, Nuevo León. Desde pequeño, su pasión por la radio fue evidente, y a los 15 años ya trabajaba como operador en una estación local.
Su voz grave y profunda, junto con su don para improvisar y conectar con la gente, lo convirtieron rápidamente en una figura popular en el dial. En los años 60, se convirtió en el locutor estrella de la XEG, la estación de radio más importante del norte de México.

Desde su atril, Domingo Ochoa transmitía noticias, comentaba eventos deportivos y amenizaba a los oyentes con su música favorita. Se convirtió en el cronista de la vida cotidiana de los regios, relatando sus alegrías, sus penas y sus sueños.

Pero Domingo Ochoa no era solo un locutor. Era un hombre comprometido con su comunidad, siempre dispuesto a utilizar su voz para ayudar a los demás. Organizó colectas para los damnificados por desastres naturales, promovió campañas de salud y apoyó a instituciones de beneficencia.
A lo largo de su extensa carrera, Domingo Ochoa recibió numerosos premios y reconocimientos, pero su mayor legado es el cariño y el respeto que se ganó del público. Su voz se convirtió en un símbolo de Monterrey, y su nombre en sinónimo de radiodifusión de calidad.
Domingo Ochoa falleció en 2020, dejando un vacío insustituible en el panorama radiofónico de México. Su voz seguirá resonando en los corazones de los regios que tuvieron el privilegio de escucharlo, y su legado como el hombre que le dio voz a la ciudad perdurará por generaciones.
A continuación, algunos testimonios de personas que conocieron y trabajaron con Domingo Ochoa:
  • "Domingo era un maestro de la improvisación. Podía hablar durante horas sin un guion, y siempre encontraba las palabras perfectas para transmitir lo que sentía su público", dijo Jorge Saldaña, exreportero de la XEG.
  • "Era un hombre muy generoso, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Recuerdo que una vez organizó una colecta para ayudar a una familia que había perdido su casa en un incendio", dijo María Elena Garza, vecina de Domingo Ochoa.
  • "Su voz era única, inconfundible. Era una voz que te acompañaba, que te hacía sentir que no estabas solo", dijo Juan Manuel Garza, oyente de la XEG.