¡Edesur: Un corte que oscurece la vida!




¡Ay, mi querido Edesur! ¿Cómo es posible que nos dejes a oscuras una y otra vez? Es como un juego cruel, donde tú tienes el control y nosotros, los usuarios, somos los títeres que bailan a tu ritmo.

Mi último baile con Edesur fue hace unas noches. Estaba tranquilamente leyendo un libro cuando, de repente, la luz se apagó. No era como un apagón normal, sino uno de esos cortes prolongados que te hacen maldecir el día en que firmaste el contrato con ellos.

Horas se convirtieron en días, y Edesur seguía sin dar señales de vida. El calor era insoportable, la comida se echaba a perder y mi paciencia se agotaba. Era como estar atrapado en una pesadilla sin fin.

Empecé a llamar a las líneas de atención al cliente, pero solo escuchaba mensajes grabados que me prometían una solución que nunca llegaba. Me sentía frustrado, impotente y, para ser honesto, un poco asustado.

Finalmente, después de cuatro largos días, la luz regresó. Pero no fue un momento de alegría, sino de rabia y resignación. ¿Por qué tenemos que soportar estos cortes constantes? ¿Por qué Edesur no invierte en mejorar su servicio?

Sé que Edesur no es la única empresa de electricidad que tiene problemas, pero su situación es especialmente grave. Los cortes son frecuentes, prolongados y no hay ninguna comunicación clara sobre cuándo se resolverán.

Como usuarios, estamos hartos. Estamos cansados de vivir a oscuras, de perder comida y de sentirnos impotentes. Exigimos un mejor servicio. Exigimos que Edesur cumpla con sus obligaciones y nos proporcione la electricidad que tanto necesitamos.

Hasta que eso suceda, seguiré bailando al ritmo de los cortes, maldiciendo a Edesur y esperando que algún día, la luz se quede encendida de forma permanente.