El brutal asesinato de Ámbar Cornejo, una joven de 16 años, sacudió profundamente a la sociedad chilena. Un crimen que nos dejó conmocionados, dolidos y en busca de respuestas.
El horroroso crimenEl 29 de julio de 2020, Ámbar desapareció misteriosamente de su casa en Villa Alemana. Su familia, desesperada, inició una angustiosa búsqueda que rápidamente se convirtió en una carrera contra el tiempo.
Trágicamente, 10 días después, el cuerpo de Ámbar fue hallado enterrado en el patio de la casa de un hombre llamado Hugo Bustamante. Bustamante, un delincuente condenado, había secuestrado, violado y asesinado a la joven.
El crimen generó una ola de indignación y repudio en todo el país. La brutalidad con la que Bustamante actuó nos dejó helados y cuestionando qué tipo de sociedad estamos creando.
Un horrible pasadoLo que más nos conmocionó fue descubrir el terrible pasado de Bustamante. Había sido condenado anteriormente por violación y abuso sexual, pero fue puesto en libertad condicional solo unos meses antes del asesinato de Ámbar.
Esta revelación generó una protesta generalizada contra el sistema judicial, que parecía haber fallado en proteger a las víctimas de delincuentes violentos.
Un llamado a la acciónEl caso de Ámbar Cornejo nos ha obligado a mirar de frente la violencia contra las mujeres y la necesidad urgente de tomar medidas.
Ámbar no puede ser olvidada. Su muerte debe ser un catalizador para el cambio, para crear una sociedad donde todas las mujeres puedan vivir seguras y libres de violencia.
Recordando a ÁmbarÁmbar era una joven brillante y llena de vida. Tenía sueños y aspiraciones que nunca podrá cumplir. Ella era amada por su familia y amigos, quienes ahora deben vivir con el dolor de su pérdida.
Recordaremos a Ámbar por su espíritu indomable y por su fuerza incluso en las circunstancias más oscuras. Que su historia nos sirva como un poderoso recordatorio de que debemos trabajar juntos para poner fin a la violencia contra las mujeres.
Responsabilizando a los responsablesBustamante ha sido declarado culpable del asesinato de Ámbar y condenado a cadena perpetua. Su cómplice, Denisse Llanos, también ha sido condenada por su participación en el crimen.
Sin embargo, la búsqueda de justicia no termina aquí. Debemos responsabilizar también a quienes fallaron en proteger a Ámbar, incluido el sistema judicial y las autoridades penitenciarias.
Un legado de esperanzaA pesar de la tragedia de la muerte de Ámbar, su legado continuará inspirando esperanza y acción. Su historia ha sensibilizado a la sociedad sobre la violencia contra las mujeres y ha provocado un movimiento por el cambio.
El caso Ámbar Cornejo nos ha enseñado que no podemos permanecer indiferentes ante la violencia. Debemos ser valientes, exigir justicia y trabajar juntos para crear una sociedad más justa y segura para todos.