El clima de Hermosillo es una auténtica montaña rusa de emociones, ¡pero no te dejes engañar por su aparente sencillez! Esta ciudad del norte de México tiene mucho más que ofrecer que sol y calor abrasador.
El verano: un infierno ardiente
De mayo a septiembre, Hermosillo se transforma en un horno al aire libre. Las temperaturas se disparan a límites insoportables, alcanzando fácilmente los 45 °C. La humedad es prácticamente inexistente, lo que hace que cada paso sea un suplicio. Pero no te preocupes, ¡hay maneras de sobrevivir!
El invierno: frío y seco
Los meses de invierno (diciembre a febrero) ofrecen un respiro del calor sofocante del verano. Las temperaturas oscilan entre los 5 y los 15 °C, con ocasionales noches frías. Sin embargo, la humedad sigue siendo baja, por lo que el frío es más llevadero.
Dato curioso: ¡Hermosillo es uno de los lugares más secos de México!
La primavera y el otoño: estaciones de transición
La primavera (marzo a mayo) y el otoño (septiembre a noviembre) son estaciones de transición agradables. Las temperaturas son suaves y la humedad es moderada, lo que les convierte en las épocas ideales para visitar la ciudad.
¿Pero por qué Hermosillo?
A pesar de sus extremos climáticos, Hermosillo tiene un encanto único que te cautivará. Aquí tienes algunos motivos para visitarla:
¡Atrévete a desafiar el clima de Hermosillo!
Vivir o visitar Hermosillo es una experiencia que te pondrá a prueba, pero también te enriquecerá. Acepta el reto, abraza sus extremos y descubre el encanto oculto de esta ciudad desértica.
¡Recuerda llevar mucha agua, gafas de sol y una sonrisa!