El legado es algo que nos deja una persona cuando se va. Puede ser algo material, como una casa o un coche, o algo inmaterial, como recuerdos o valores.
Los legados pueden ser tanto positivos como negativos. Un legado positivo es algo que inspira y motiva a otros. Un legado negativo es algo que daña o perjudica a otros.
Todos dejamos un legado, queramos o no. Lo que hacemos y decimos hoy tendrá un impacto en el mundo mucho después de que nos vayamos.
Es importante pensar en el legado que queremos dejar. Queremos que nos recuerden por algo positivo, algo que haya hecho del mundo un lugar mejor.
Mis abuelos eran personas increíbles. Eran amables, cariñosos y siempre estaban ahí para mí. Me enseñaron todo lo que sé sobre la vida y el trabajo duro.
Mi abuelo era un granjero. Trabajó duro toda su vida para cuidar de su familia. Era un hombre fuerte y decidido, pero también era amable y compasivo.
Mi abuela era una maestra. Amaba a los niños y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Era una mujer inteligente y trabajadora, pero también era paciente y amable.
Mis abuelos me enseñaron el valor del trabajo duro, la importancia de la educación y el poder del amor. Son mi mayor legado y estoy eternamente agradecido por todo lo que me han dado.
Quiero dejar un legado que inspire y motive a otros. Quiero que me recuerden por mi amabilidad, mi compasión y mi voluntad de ayudar a los demás.
Quiero hacer del mundo un lugar mejor y quiero que mi legado viva después de mí.
Todos tenemos la oportunidad de dejar un legado. ¿Qué quieres que sea tu legado? ¿Cómo quieres que te recuerden?
Piensa en el tipo de legado que quieres dejar y empieza a trabajar en él hoy. Cada pequeña cosa que hagas puede marcar la diferencia.
Tu legado es algo que te sobrevivirá. Es algo que inspirará y motivará a otros mucho después de que te hayas ido.
Así que asegúrate de que tu legado sea algo positivo, algo que haga del mundo un lugar mejor.