El papa Francisco, o Jorge Mario Bergoglio como era conocido antes, es el 266.º y actual Papa de la Iglesia Católica y soberano de la Ciudad del Vaticano. Su pontificado se ha caracterizado por su enfoque en la pobreza, la justicia social y el diálogo interreligioso.
Bergoglio nació en Buenos Aires, Argentina, en 1936. Estudió química e ingresó al seminario en 1958. Fue ordenado sacerdote en 1969 y sirvió como provincial de los jesuitas en Argentina de 1973 a 1979. En 1992, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires y más tarde arzobispo en 1998.
En 2013, Bergoglio fue elegido Papa tras la renuncia del papa Benedicto XVI. Tomó el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, el santo patrón de los pobres. Desde entonces, se ha convertido en una figura popular y respetada por su sencillez, humildad y compromiso con las causas sociales.
Una de las cuestiones centrales del papado de Francisco ha sido la pobreza. Ha pedido repetidamente el fin de la pobreza extrema y ha criticado al sistema económico actual que, según él, favorece a los ricos a expensas de los pobres. También ha pedido mayor solidaridad con los inmigrantes y refugiados, y ha condenado la trata de personas.
Francisco también ha sido un firme defensor del diálogo interreligioso. Ha promovido la coexistencia pacífica entre diferentes religiones y ha condenado la violencia cometida en nombre de la religión. Ha visitado a líderes religiosos de todo el mundo, incluidos el Gran Imán de Al-Azhar y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla.
Además de su compromiso con la justicia social y el diálogo interreligioso, el papado de Francisco también ha estado marcado por su reforma de la Iglesia Católica. Ha pedido una mayor transparencia y rendición de cuentas en las finanzas del Vaticano, y ha tomado medidas para abordar el problema del abuso sexual por parte del clero.
El papa Francisco continúa siendo una figura influyente en el mundo. Es visto por muchos como un líder moral y un defensor de los pobres y oprimidos. Su pontificado ha marcado un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, y su legado probablemente se sentirá durante muchos años por venir.