¡El temblor que sacudió hoy!




¡Ay, caramba, señoras y señores! El suelo se ha puesto nervioso esta mañana regalándonos un buen meneo. El temblor de hoy nos ha hecho saltar de la cama y correr hacia la puerta como langostas sin cabeza.

Estaba yo tranquilamente tomando el cafecito, tarareando una cancioncita, cuando de repente ¡zas! La taza baila sobre la mesa, las persianas se agitan como locas y yo, que me pensaba que no podía asustarme más, doy un brinco que casi salgo volando por la ventana.

Ahora viene la parte científica, para los que les guste saber por qué la tierra se pone a dar saltitos. Resulta que hemos tenido un terremoto de magnitud 5,2 en la escala de Richter. El epicentro estaba a unos cuantos kilómetros de la ciudad, así que no es de extrañar que lo hayamos notado un poquito todos.

  • ¿Sensaciones? Pues se notaba que la tierra se estaba moviendo, eso está claro. El edificio temblaba, las lámparas se balanceaban y yo sentía como si me estuvieran haciendo un masaje en todo el cuerpo.
  • ¿Daños? Por suerte, no parece que haya habido daños significativos. A parte de algún jarrón roto o alguna grieta en la pared, todo está en orden. ¡Menos mal!
  • ¿Recomendaciones? Si os pilla un terremoto, lo mejor es mantener la calma y buscar un lugar seguro donde resguardarse. Debajo de una mesa, en un marco de puerta o al lado de una pared maestra son buenas opciones.

En fin, que ya ha pasado el susto y podemos respirar tranquilos. Pero no os confiéis demasiado, que la tierra es un animalito travieso y nunca se sabe cuándo puede volver a darnos un susto.

Y ahora, una reflexión. Los terremotos son un fenómeno natural que no podemos evitar. Pero lo que sí podemos hacer es estar preparados y saber cómo actuar en caso de uno. Así que, ya sabéis, aprended las recomendaciones de seguridad y habladlas con vuestra familia. ¡Nunca se sabe cuándo nos puede tocar vivir otro bailecito de San Vito!