Elena Larrea falleció




Como tantos otros, me enteré por Twitter de la triste noticia de que Elena Larrea, académica e historiadora navarra, había fallecido. La noticia me pilló durante una fiesta de cumpleaños y me dejó un sabor agridulce en la boca. No la conocía personalmente, pero había seguido su trabajo durante años y siempre me había parecido una mujer excepcionalmente brillante y comprometida.
Elena Larrea nació en Pamplona en 1954. Estudió Historia en la Universidad de Zaragoza y se doctoró en la Universidad Autónoma de Barcelona. Toda su vida la dedicó a la investigación y a la docencia, trabajando como profesora en la Universidad Pública de Navarra.
Su trabajo se centró principalmente en la historia de Navarra y del País Vasco, y en temas como la violencia política, la memoria histórica y el nacionalismo. Fue una autora prolífica y publicó numerosos libros y artículos, entre los que destacan "Navarra en la encrucijada: el problema de la violencia política" (1994), "El nacionalismo vasco: un siglo de historia" (1998) y "La memoria histórica en Navarra: el pasado que no pasa" (2006).
Pero más allá de sus méritos académicos, Elena Larrea era una persona profundamente comprometida con la sociedad. Fue una de las fundadoras del Instituto de Estudios para la Paz y los Conflictos de la Universidad Pública de Navarra, y participó activamente en numerosos movimientos sociales, como la lucha contra el terrorismo, la defensa de los derechos humanos y la memoria histórica.
En 2017, Elena Larrea fue diagnosticada de cáncer. A pesar de la enfermedad, siguió trabajando con la misma intensidad y pasión de siempre. En 2019, publicó su último libro, "La violencia política en Navarra: de ETA a los GAL", un trabajo exhaustivo y riguroso que será sin duda una referencia para los estudios sobre el terrorismo en la Comunidad Foral.
Elena Larrea falleció el pasado 28 de enero, a los 66 años. Su muerte es una gran pérdida para la academia, para la sociedad navarra y para todos aquellos que la conocimos y admiramos. Pero su legado seguirá vivo a través de su trabajo y de su compromiso con la paz y la justicia.
Descanse en paz, Elena.
Algunas reflexiones
La muerte de Elena Larrea me ha hecho reflexionar sobre la importancia de vivir una vida con sentido. Elena fue una mujer que dedicó su vida a trabajar por un mundo mejor, a luchar por la paz y la justicia. Y aunque su vida fue truncada por la enfermedad, su legado seguirá vivo para siempre.
Todos deberíamos inspirarnos en su ejemplo y tratar de vivir una vida con propósito, haciendo aquello que creemos que es importante y luchando por aquello en lo que creemos. No sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, pero podemos asegurarnos de que nuestro tiempo en este mundo sea significativo.
Gracias, Elena
Gracias, Elena, por tu trabajo, por tu compromiso y por tu ejemplo. Gracias por mostrarnos que es posible vivir una vida con sentido, luchando por aquello en lo que creemos. Tu legado seguirá vivo para siempre.