¿Eres de los que siempre come fuera y piensa que sabe todo sobre los restaurantes? ¡Pues sentimos decepcionarte! Hay un montón de cosas que podrías estar haciendo mal y que están poniendo a todo el mundo de los nervios. Aquí tienes 10 de las cosas más importantes que nunca debes hacer en un restaurante:
¡Ser puntual es de buena educación! Si vas a llegar tarde, llama y avisa. No hay nada peor que tener que esperar a alguien que no aparece y que no se ha molestado en llamar para decir que viene tarde.
El personal de los restaurantes trabaja duro para que tengas una experiencia agradable. Así que, por favor, sé amable y respetuoso con ellos. No les grites, no les insults y no les pidas cosas de forma grosera. Si tienes algún problema, háblalo con el gerente de forma tranquila y educada.
La propina es una forma de agradecer al personal su buen servicio. Así que, a menos que el servicio haya sido terrible, deja una propina que sea al menos el 15%. Si el servicio ha sido excelente, puedes dejar una propina más generosa.
Está bien pedir algunos pequeños cambios en tu plato, pero no te pases. Si pides demasiados cambios, el chef se va a molestar y es posible que tu plato no salga como lo habías pedido.
A menos que estés comiendo en un restaurante especializado en comer con las manos, como un restaurante etíope, no comas con las manos. Utiliza el tenedor y el cuchillo.
Hablar por teléfono en un restaurante es de mala educación. Si tienes que hacer una llamada importante, sal del restaurante y hazla fuera.
Al igual que hablar por teléfono, usar el móvil en la mesa es de mala educación. Si tienes que consultar tu móvil, hazlo rápidamente y vuelve a guardarlo.
Cuando termines de comer, deja la mesa limpia y ordenada. No dejes platos sucios, vasos vacíos ni servilletas usadas sobre la mesa.
Cuando te vayas del restaurante, dale las gracias al personal por su buen servicio. Un simple "gracias" es suficiente para mostrar tu agradecimiento.
Si te ha gustado el restaurante, vuelve. Los restaurantes viven de los clientes habituales, así que si tienes una buena experiencia, vuelve y cuéntaselo a tus amigos y familiares.
Siguiendo estos sencillos consejos, te asegurarás de ser un cliente educado y respetuoso en cualquier restaurante. ¡Y quién sabe! Puede que incluso te conviertas en un favorito del personal.