Falla WhatsApp




¡Oh, no, mi mundo se está desmoronando! WhatsApp, mi línea vital para la comunicación, ¡ha dejado de funcionar!
Sé que no soy el único que está sufriendo. Millones de personas en todo el mundo están pasando por el mismo calvario. Nuestros dedos están inquietos, nuestros ojos recorren ansiosamente las pantallas de nuestros teléfonos, esperando ansiosamente que aparezca ese molesto doble tick que indica que nuestros mensajes han sido entregados.
Como escritor, dependo en gran medida de WhatsApp para comunicarme con mis editores, fuentes y colegas. Sin él, me siento como un pez fuera del agua, varado en un desierto digital.
Pero no perdamos la esperanza. Seamos realistas: esto es WhatsApp. Es como el clima británico, siempre cambiante y propenso a los desastres inesperados. Estoy seguro de que los genios tecnológicos están trabajando incansablemente para restaurar nuestro amado servicio de mensajería.
Mientras tanto, ¿por qué no aprovechamos esta oportunidad para desconectarnos temporalmente de las redes sociales y volver a conectarnos con el mundo real? ¡Salgamos a dar un paseo, llamemos a un amigo o, Dios no lo quiera, tengamos una conversación real con alguien que esté sentado frente a nosotros!
Ahora, sé que no es fácil. Estamos acostumbrados a la gratificación instantánea de los mensajes instantáneos. Pero confía en mí, el mundo no se acabará si tardamos unas horas extra en responder a los mensajes. De hecho, podría ser algo bueno. Podríamos aprender a priorizar las cosas que realmente importan en nuestras vidas.
Así que, tomémonos un descanso de WhatsApp y disfrutemos de las cosas sencillas. Leamos un libro, veamos una película o simplemente miremos por la ventana y reflexionemos sobre lo que estamos agradecidos.
Cuando WhatsApp vuelva a funcionar, lo apreciaremos aún más. Y cuando lo haga, no olvidemos las lecciones que aprendimos durante este apagón. Que la comunicación es algo poderoso, pero que también puede esperar. Y que hay vida más allá de las pantallas de nuestros teléfonos.