Felipe Calderón Hinojosa, el 62º presidente de México, es una figura enigmática que sigue dando que hablar en la actualidad. Nacido en Morelia, Michoacán, en 1962, Calderón entró en política a una edad temprana, uniéndose al Partido Acción Nacional (PAN) en 1987.
Su ascenso fue meteórico. En pocos años, fue elegido diputado federal (1991-1994), senador (1994-2000) y presidente nacional del PAN (1996-1999). En 2006, fue elegido presidente de México, derrotando a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por un estrecho margen.
La presidencia de Calderón estuvo marcada por la violencia desenfrenada de la guerra contra las drogas, que él mismo lanzó. Esta guerra dejó un saldo de más de 60.000 muertos, innumerables desaparecidos y una profunda crisis de seguridad en el país.
Además de la guerra contra las drogas, Calderón también implementó importantes reformas económicas durante su mandato. Estas reformas incluyeron la adopción del impuesto al valor agregado (IVA) y la creación de un nuevo sistema de pensiones.
Sin embargo, su presidencia también estuvo plagada de controversias. Fue acusado de fraude electoral, corrupción y abusos contra los derechos humanos. En particular, la masacre de Tlatlaya, donde seis civiles desarmados fueron asesinados por soldados en 2014, empañó su legado.
Después de dejar la presidencia en 2012, Calderón se ha mantenido activo en la vida pública. Ha fundado el Centro para una Sociedad Próspera, un grupo de expertos que promueve la democracia y el estado de derecho. También ha dado conferencias y escrito extensamente sobre sus experiencias como presidente.
Es probable que el legado de Felipe Calderón se debata durante muchos años más. Sus partidarios lo ven como un líder que luchó valientemente contra el narcotráfico y modernizó la economía de México. Sus críticos lo ven como un presidente autoritario que desató una guerra brutal y violó los derechos humanos.
En última instancia, el juicio sobre la presidencia de Felipe Calderón es complejo y matizado. Fue un líder carismático y decidido que enfrentó desafíos extraordinarios. Sin embargo, sus acciones también tuvieron consecuencias trágicas e imprevistas.
Reflexión final