¡Feliz Día de San José!




"¡Papá, quiero ser carpintero!"
Todos hemos oído esta frase alguna vez en nuestra infancia. Y es que San José es el patrón de los carpinteros, pero también de los albañiles, los ebanistas y todos los que trabajan con sus manos. Pero, ¿por qué?
Porque San José era un hombre trabajador y honrado, que siempre puso su oficio al servicio de los demás. Según cuenta la Biblia, José era un carpintero pobre que vivía en Nazaret con su esposa María. Cuando María quedó embarazada de Jesús, José dudó de ella, pero un ángel se le apareció en sueños y le dijo que no debía preocuparse, porque el niño que María esperaba era el Hijo de Dios.
José y María se fueron a Belén para que naciera Jesús, pero al llegar no encontraron donde hospedarse. Finalmente, un amable posadero les ofreció un establo, donde nació el niño Jesús. José fue un padre amoroso y protector, que cuidó de Jesús y María con todo su corazón.
Cuando Jesús comenzó a predicar, José ya era un hombre mayor. Pero siempre estuvo a su lado, apoyándolo y defendiéndole. Incluso cuando Jesús fue crucificado, José estuvo presente, sufriendo con él.
Después de la muerte y resurrección de Jesús, José desaparece de la historia. Pero su legado sigue vivo, como patrón de los trabajadores y ejemplo de hombre bueno y honrado.
¡Feliz Día de San José a todos los trabajadores!

¡Y para todos los niños que quieren ser carpinteros, que San José los proteja y los guíe en su camino!

Anecdótico:
Una vez, cuando era niño, ayudé a mi padre a construir una casa. Era un trabajo duro, pero también muy divertido. Me encantaba ver cómo mi padre transformaba unos tablones de madera en una hermosa casa. Ese día supe que quería ser carpintero, como mi padre y como San José.
  • Gracias a San José, hoy tenemos muchos carpinteros y trabajadores de la construcción que hacen posible que tengamos casas, escuelas y hospitales donde vivir y aprender.
  • ¡Sigamos el ejemplo de San José y trabajemos siempre con alegría y honradez!
¡Que San José nos bendiga a todos!