Imagina esto: estás en una reunión social, todo el mundo se ríe y pasa un buen rato. De repente, notas a alguien que se tambalea, su rostro se vuelve pálido y cae al suelo. Todos se apresuran a ayudar, pero es demasiado tarde. La fiesta ha terminado, el silencio se apodera de la habitación y alguien murmura una palabra que te hiela la sangre: fentanilo.
El fentanilo, un opioide sintético, es hasta 50 veces más potente que la heroína. Es tan peligroso que unas pocas partículas pueden ser mortales. Y lo más aterrador de todo es que a menudo se mezcla con otras drogas, como la cocaína o las pastillas falsas, sin que los usuarios lo sepan.
La historia de MaríaMaría era una joven brillante y prometedora de solo 20 años. Le encantaba la música, el arte y pasar tiempo con sus amigos. Pero un día, todo cambió. Tomó una pastilla falsa que contenía fentanilo sin saberlo. Solo unos minutos después, su vida terminó.
La historia de María es trágicamente común. Cada año, miles de personas mueren por sobredosis de fentanilo. Es una epidemia silenciosa que está arrasando nuestras comunidades.
Es crucial ser consciente de las señales de una sobredosis de fentanilo para que puedas actuar rápidamente y salvar una vida:
Si sospechas que alguien está sufriendo una sobredosis de fentanilo, actúa de inmediato:
El fentanilo es una droga peligrosa, pero no es invencible. Podemos combatir esta epidemia educando a las personas sobre los riesgos, proporcionando acceso a tratamientos para la adicción y apoyando a quienes están luchando contra esta enfermedad. Juntos, podemos salvar vidas y evitar que más personas sufran la tragedia de perder a un ser querido por el fentanilo.