Hace unos años, tuve el honor de conocer a un grupo extraordinario de mujeres que habían logrado lo imposible: habían escapado de relaciones abusivas y estaban reconstruyendo sus vidas.
Sus historias me conmovieron profundamente. Habían sufrido violencia física, emocional y psicológica. Habían sido aisladas de sus seres queridos y aterrorizadas al punto de temer por sus propias vidas.
Pero en medio del dolor y el miedo, encontraron la fuerza para romper las cadenas que las ataban. Huyeron de sus abusadores y buscaron ayuda.
"Fue el momento más aterrador de mi vida, pero también el más liberador", dijo una de ellas, con lágrimas en los ojos.
Ahora, estas mujeres son "fugitivas" en el mejor sentido de la palabra. Han escapado de la violencia y se niegan a ser víctimas. Son sobrevivientes, guerreras que han encontrado su voz.
Sus historias son un testimonio del espíritu humano. Demuestran que incluso en las circunstancias más oscuras, hay esperanza.
Lamentablemente, la violencia de género sigue siendo una realidad para muchas mujeres en todo el mundo. Una de cada tres mujeres experimentará violencia física o sexual en su vida.
Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados. Debemos romper el silencio y apoyar a las víctimas de violencia de género. Debemos crear refugios, brindarles asesoramiento y ayudarles a reconstruir sus vidas.
Estas mujeres son una inspiración para todos nosotros. Nos muestran que es posible escapar de la violencia de género y que con apoyo, las víctimas pueden reconstruir sus vidas.
Únete a la lucha contra la violencia de género. Difunde conciencia, apoya a las víctimas y ayuda a crear un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres de miedo y violencia.
Recuerda, no estás sola. Hay ayuda disponible.