¿Y tú qué cara pondrías si te pidieran que te enfundes un traje de pollo y te lances desde un cañón? Pues con esa cara debió quedarse el bueno de Gonzo. Porque, aunque su nombre significa "idiota" en italiano, este entrañable personaje de Los Teleñecos es todo menos eso.
Gonzo nació en una granja de pollos de Iowa. Pero, vaya, el pobre no era el típico pollo de corral. Era azul, con unas enormes cejas y una gran nariz. Vamos, que no pasaba desapercibido. Tanto que, cuando los dueños de la granja se cansaron de verle dar vueltas por allí, lo mandaron a Hollywood.
En la meca del cine, Gonzo se presentó a una audición para la película "Star Wars". Pero, claro, con su pinta de pollo azul, no encajaba mucho en el papel de Luke Skywalker. Así que, tras varios intentos fallidos, acabó en el equipo de Los Teleñecos. Y ahí fue donde encontró su lugar en el mundo.
A Gonzo le encanta meterse en líos. Tanto que, en una ocasión, decidió convertirse en periodista. Y no en uno cualquiera, sino en un periodista de la corriente "gonzo", donde todo vale. Así, se ha infiltrado en sectas, se ha lanzado desde un cañón y hasta ha entrevistado a políticos. Todo con tal de conseguir la mejor historia.
Pero, a pesar de su carácter alocado, Gonzo tiene un gran corazón. Siempre está dispuesto a ayudar a sus amigos y es el primero en dar la cara por ellos. Tanto que, en una ocasión, se disfrazó de cerdo para salvar a su amigo Kermit. Y eso, amigos, no lo hace cualquiera.
Así que, sí, Gonzo es un bicho raro. Pero, ¿qué sería de Los Teleñecos sin él? Es el toque de locura, el que siempre nos hace reír. Y, sobre todo, es un gran amigo. Porque, aunque sea azul, con grandes cejas y una enorme nariz, tiene un corazón de oro.