Hugo Catrileo: El dolor de una madre y la lucha por la justicia




En el corazón de Chile, en un pequeño pueblo llamado Ercilla, resonó un trágico acontecimiento que conmocionó al país y marcó para siempre la vida de una madre: la muerte de Hugo Catrileo. Su partida, ocurrida el 4 de noviembre de 2002, dejó un vacío irreparable y abrió una herida que hasta hoy sigue sangrando.

María Catrileo, la madre de Hugo, es una mujer fuerte y valiente que ha luchado incansablemente por esclarecer los hechos y obtener justicia para su hijo. A través de su testimonio, nos transportamos a un momento desgarrador que cambió su vida por completo.

El día fatídico

Era un día como tantos otros en la comunidad mapuche de Temucuicui. Hugo, un joven de 17 años, se encontraba en su hogar cuando el sonido de un helicóptero rompió la tranquilidad. Sin previo aviso, un grupo de carabineros irrumpió en su casa, sembrando el pánico y la desesperación.

María recuerda vívidamente ese instante: "Mi hijo se puso muy nervioso. No entendía lo que pasaba. Yo solo pude abrazarlo fuerte y decirle que todo iba a estar bien". Pero lo que sucedió después fue una tragedia.

El disparo mortal

En el caos que se desató, Hugo intentó escapar por la ventana. Fue entonces cuando un cabo de carabineros le disparó por la espalda. La bala atravesó su cuerpo y acabó con su vida en cuestión de segundos.

María presenció el horror desde la distancia. "Sentí que el mundo se me caía encima. Mi hijo, mi pequeño, había muerto sin razón", lamentó.

La lucha por la justicia

Tras la muerte de Hugo, María se embarcó en una ardua batalla legal para exigir justicia. Enfrentó muchos obstáculos y presiones, pero su determinación nunca flaqueó. "Mi hijo merece que se sepa la verdad y que los responsables paguen por lo que hicieron", afirma con convicción.

El camino ha sido largo y doloroso, pero María no ha perdido la esperanza. "Sé que conseguir justicia para Hugo no será fácil, pero no me rendiré hasta que se haga. Es mi deber como madre honrar su memoria y luchar por su legado", asegura.

El llamado de María

La historia de Hugo Catrileo es un llamado a la reflexión sobre la violencia y la impunidad. María nos recuerda que la vida humana es sagrada y que no debe ser arrebatada sin consecuencias.

"Que la muerte de mi hijo sirva como un recordatorio de que tenemos que luchar por la justicia y la paz. Que su memoria nos inspire a construir un Chile mejor, donde todos seamos tratados con respeto y dignidad", concluye María.

El dolor de una madre es una herida que nunca sana del todo. La lucha por la justicia es un camino arduo, pero es una lucha que debe seguirse. La historia de Hugo Catrileo nos enseña que la esperanza no debe perderse nunca y que la justicia, aunque tardía, llegará algún día.