Francisco, el Papa actual, dijo de la Virgen María que es la humilde sierva del Señor. Es decir, que es un ejemplo a seguir para todos los católicos.
La Virgen María es un gran ejemplo porque siempre estuvo dispuesta a hacer la voluntad de Dios. Cuando el ángel Gabriel le anunció que iba a ser la madre de Jesús, ella aceptó sin dudar, aunque sabía que eso le iba a traer muchos problemas.
María nos enseña a confiar en Dios y a aceptar su voluntad, incluso cuando no la entendemos. Ella también nos enseña a ser humildes y a servir a los demás.
La Inmaculada Concepción de María es un dogma de fe que afirma que la Virgen María fue concebida sin pecado original. Esto significa que ella fue preservada de la mancha del pecado desde el primer momento de su concepción.
El dogma de la Inmaculada Concepción fue proclamado por el Papa Pío IX en 1854. Este dogma es una expresión de la fe de la Iglesia en la santidad de María y en su papel como mediadora de todas las gracias.
La Inmaculada Concepción es una gran fiesta para los católicos. Se celebra el 8 de diciembre y es un día de alegría y esperanza.
María, Inmaculada Concepción, ruega por nosotros.