Iribar: El gigante que custodió la portería de España




En un mundo donde los porteros se medían por su habilidad para detener penales y su agilidad bajo palos, José Ángel Iribar sobresalía como una imponente mole que transmitía seguridad y confianza. Conocido como "El Chopo", el guardameta vasco fue un verdadero coloso que dejó una huella imborrable en la historia del fútbol español.
Un gigante entre gigantes
Iribar nació en Zarautz, un pueblo costero del País Vasco, en 1943. Desde muy joven, su gran estatura y sus reflejos felinos llamaron la atención de los ojeadores. Su debut en Primera División con el Athletic de Bilbao en 1962 marcó el inicio de una carrera legendaria que duró casi dos décadas.

Con sus 1,91 metros de altura, Iribar dominaba su área con una autoridad inquebrantable. Su envergadura convertía cada disparo en un desafío personal, y sus paradas imposibles se convirtieron en el sello distintivo de su juego.

El muro de la selección española
El rendimiento excepcional de Iribar en el Athletic no pasó desapercibido para la selección española. Debutó con la Roja en 1964 y se consolidó como el portero titular durante más de una década. Su presencia entre los tres palos era sinónimo de tranquilidad para sus compañeros y de desesperación para los rivales.

"Iribar era un líder natural, un tipo que transmitía confianza a todos los que estaban a su alrededor", recuerda Antonio Camacho, excompañero de Iribar en la selección española.

Momentos inolvidables
La carrera de Iribar estuvo marcada por momentos inolvidables. Destacan sus actuaciones en la Eurocopa de 1964, donde España alcanzó la final, y en la Copa del Mundo de 1978, donde, a pesar de la decepcionante actuación del equipo, Iribar brilló por su seguridad y reflejos impresionantes.
  • Uno de sus partidos más icónicos fue la final de la Copa del Rey de 1973 contra el Barcelona. Iribar realizó una parada antológica a un penalti de Juan Manuel Asensi, asegurando la victoria para el Athletic.
  • En 1976, el Athletic alcanzó la final de la Copa de la UEFA. Aunque el equipo perdió ante la Juventus, la parada de Iribar a un disparo de Marco Tardelli a bocajarro es recordada como una de las mejores de su carrera.
Más allá del fútbol
Iribar era más que un simple portero. Era un símbolo del Athletic de Bilbao y de toda una generación de futbolistas españoles. Su personalidad carismática y su compromiso con el juego le granjearon el cariño y el respeto de aficionados y compañeros por igual.

Tras su retirada en 1980, Iribar se mantuvo activo en el mundo del fútbol como entrenador y comentarista. Su voz serena y sus profundos conocimientos del juego lo convirtieron en una autoridad respetada en los medios de comunicación.

Un legado perdurable
El legado de José Ángel Iribar continúa vivo en el fútbol español. Su imponente figura y sus paradas asombrosas siguen inspirando a jóvenes porteros. Es un gigante que custodia la portería de España, un símbolo de seguridad y un recuerdo imborrable para todos los amantes del fútbol.
Llamada a la acción
Si quieres revivir las hazañas de José Ángel Iribar, te invito a buscar vídeos de sus mejores paradas en YouTube. Su habilidad, su valentía y su espíritu indomable te dejarán sin palabras.