Su historia es una de las más curiosas y poco conocidas de la política mexicana. Isabel Lascurain, una maestra y activista, se convirtió en la primera y única mujer en ocupar la presidencia de México, aunque solo fuera por unos breves 45 minutos.
¿Cómo surgió esta extraordinaria situación?En 1914, México se encontraba en medio de la Revolución Mexicana. El presidente Victoriano Huerta había sido derrocado y no había un sucesor claro. La presidencia recayó en Pedro Lascurain, un político conservador que había servido como ministro de Relaciones Exteriores de Huerta.
Sin embargo, Lascurain no tenía muchas ganas de ser presidente. Sabía que la situación era inestable y que él sería un blanco fácil para los revolucionarios. Así que ideó un plan para renunciar lo antes posible.
El 19 de febrero de 1914, Lascurain tomó posesión como presidente. Enseguida, nombró a Venustiano Carranza, uno de los líderes de la Revolución, como su ministro de Relaciones Exteriores. Carranza había estado luchando contra Huerta y era ampliamente reconocido como el líder de la revolución.
45 minutos después de tomar posesión, Lascurain renunció. Había cumplido su objetivo: evitar convertirse en el blanco de los revolucionarios y dejar el camino libre para que Carranza asumiera la presidencia.
Un legado olvidadoEl breve mandato de Isabel Lascurain como presidenta a menudo se pasa por alto en los libros de historia. Sin embargo, su historia es una inspiración para las mujeres y una muestra del papel que pueden desempeñar en la política, incluso en tiempos difíciles.
Isabel Lascurain fue una mujer valiente y decidida que no dudó en dar un paso adelante cuando su país más la necesitaba. Su legado es un testimonio del poder de las mujeres y del papel que pueden desempeñar en la configuración de la historia.
¿Sabías que...?