Isabel Perón, la tercera esposa del expresidente argentino Juan Domingo Perón, asumió la presidencia de Argentina tras la muerte de su marido en 1974. Fue la primera mujer en ocupar este cargo en el mundo.
Su ascenso al poder
Isabel, nacida María Estela Martínez de Perón, era una bailarina y actriz que conoció a Juan Perón en el exilio en España. Se casaron en 1961 y ella se convirtió en su vicepresidenta en 1973.
Cuando Juan Perón falleció en julio de 1974, Isabel asumió la presidencia. Su mandato estuvo marcado por la violencia política y el terrorismo de Estado, llevado a cabo por escuadrones de la muerte de derecha.
La Guerra Sucia
Durante el gobierno de Isabel Perón, Argentina se sumió en lo que se conoce como la "Guerra Sucia". Este período estuvo caracterizado por la desaparición forzada, la tortura y el asesinato de miles de personas consideradas disidentes políticos por el gobierno.
Isabel Perón se ha relacionado con estos abusos, aunque ella ha negado cualquier implicación. En 2008, fue declarada culpable de complicidad en el secuestro de dos activistas de izquierda, pero su condena fue anulada en apelación.
Su destitución
El gobierno de Isabel Perón enfrentó una creciente oposición de la izquierda y la derecha. Fue depuesta en un golpe militar en marzo de 1976, liderado por el general Jorge Rafael Videla.
Isabel Perón fue encarcelada y luego exiliada a España. Regresó a Argentina en 1981 y vivió una vida tranquila hasta su muerte en 2018.
Legado
Isabel Perón sigue siendo una figura controvertida en la historia argentina. Sus partidarios la recuerdan como una defensora del peronismo, mientras que sus detractores la culpan de los horrores de la Guerra Sucia.
Su presidencia es un recordatorio de los peligros de la violencia política y la importancia de proteger los derechos humanos.