Izan y Rubén, dos pequeños hermanos de 3 y 5 años, desaparecieron el pasado 14 de septiembre en la localidad de Tous (Valencia), en España. Los niños jugaban en el patio de su casa cuando una gran ola de agua los arrastró.
"Fue un momento de horror", recuerda su madre, Marta. "Estaba en la cocina y escuché un ruido muy fuerte. Cuando salí, vi que el patio estaba inundado y que los niños ya no estaban".
Los padres de Izan y Rubén dieron la voz de alarma y rápidamente se puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda. Durante días, cientos de personas, entre voluntarios, equipos de rescate y fuerzas de seguridad, rastrearon el cauce del río y las zonas aledañas.
15 días de angustia
La búsqueda se prolongó durante 15 largos días, hasta que el pasado 30 de septiembre encontraron los cuerpos de los dos hermanos en el embalse de Tous.
"Ha sido un golpe muy duro", reconoce Marta. "Pero al menos ahora podemos darles sepultura y despedirnos de ellos".
Una tragedia evitable
La muerte de Izan y Rubén ha conmocionado a toda España. Muchas voces se han alzado para denunciar que esta tragedia podría haberse evitado.
El propio alcalde de Tous, José Torró, ha pedido responsabilidades a las autoridades. "Aquí ha habido negligencias", ha dicho. "El cauce del río no estaba limpio y no había suficientes medidas de seguridad".
La Fiscalía de Valencia ha abierto una investigación para esclarecer si hubo algún tipo de negligencia o responsabilidad penal en la muerte de los dos niños.
Un recuerdo imborrable
Izan y Rubén eran dos niños llenos de vida y alegría. Su sonrisa y su energía permanecerán siempre en el recuerdo de sus familiares y amigos.
"Eran muy buenos niños, muy queridos por todos", dice Marta. "Les echaremos mucho de menos".
El legado de Izan y Rubén seguirá vivo en la lucha por evitar que otras tragedias como esta vuelvan a suceder.