Nacido en Scranton, Pensilvania, Biden no era ajeno a la adversidad. Perdió a su esposa y a su hija menor en un trágico accidente automovilístico, y luego tuvo que superar un aneurisma cerebral que casi le cuesta la vida. Sin embargo, a través de estos desgarradores desafíos, Biden nunca perdió su espíritu de lucha.
A lo largo de su carrera política, Biden ha demostrado constantemente su compasión y empatía. Como senador y vicepresidente, trabajó incansablemente para mejorar las vidas de las familias trabajadoras, ampliar el acceso a la atención médica y luchar por la igualdad y la justicia. Su visión de un "Estados Unidos más perfecto" resuena con personas de todos los ámbitos de la vida.
El presidente Biden no es perfecto, pero es un líder que gobierna con el corazón y el alma. Su compasión, determinación y optimismo han resonado con el pueblo estadounidense y han llevado a un renovado sentido de esperanza y posibilidad.
Mientras continuamos navegando por los desafíos que enfrenta nuestro país, el presidente Biden nos recuerda que incluso en los tiempos más difíciles, la esperanza nunca debe perderse. Su liderazgo nos inspira a creer que juntos podemos superar cualquier obstáculo y construir un futuro mejor para todos los estadounidenses.
Llamada a la acción: Únase al presidente Biden en su misión de construir un Estados Unidos más justo y equitativo para todos. Levantemos nuestras voces por el cambio y trabajemos juntos para crear un futuro en el que cada niño tenga la oportunidad de triunfar y cada familia pueda alcanzar su máximo potencial.