Julio Argentino Roca fue un militar, político y estadista argentino que ocupó la presidencia de la Nación en dos ocasiones, entre 1880 y 1886 y entre 1898 y 1904. Es considerado uno de los artífices de la organización nacional y el establecimiento del modelo agroexportador en Argentina.
Roca nació en Tucumán en 1843. Se incorporó al ejército a los 15 años y participó en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. Durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, fue nombrado ministro de Guerra y Marina. En 1880, fue elegido presidente por primera vez.
Uno de los principales logros de la primera presidencia de Roca fue la "Conquista del Desierto", una campaña militar que sometió a los pueblos originarios que habitaban en la Patagonia y el sur de la provincia de Buenos Aires. Esta campaña fue brutal y provocó la muerte de miles de indígenas.
Durante su segunda presidencia, Roca impulsó la Ley de Residencia, que permitía al gobierno expulsar a los extranjeros que considerara peligrosos. Esta ley fue utilizada para reprimir a los trabajadores anarquistas y socialistas.
Roca también fue responsable de la expansión de la red ferroviaria y la promoción de la inmigración europea. Estas medidas contribuyeron al desarrollo económico del país, pero también provocaron una gran dependencia de los mercados externos.
Julio Argentino Roca fue una figura controvertida, pero sin duda jugó un papel fundamental en la historia argentina. Sus políticas modernizadoras sentaron las bases del país moderno, pero también tuvieron un alto costo social y ambiental.
Legado
Frases célebres
Julio Argentino Roca falleció en Buenos Aires en 1914. Su legado sigue siendo objeto de debate, pero su figura es indiscutiblemente una de las más importantes de la historia argentina.