Justo Villar, el arquero y el hombre




Justo Villar, uno de los porteros más reconocidos de Paraguay en los últimos tiempos, no solo se destacó por sus habilidades bajo los tres palos, sino que fuera de las canchas ha demostrado ser un hombre de valores y un ejemplo a seguir.
Nacido en Cerrito el 30 de junio de 1977, Villar comenzó su carrera profesional en el Club Sol de América de Paraguay en 1996. Luego pasó por varios equipos de Argentina y Chile, cosechando títulos y reconocimiento a nivel internacional.
Pero más allá de sus éxitos deportivos, Villar ha sido reconocido por su liderazgo, humildad y compromiso social. En 2011, fue nombrado embajador de UNICEF Paraguay, donde trabaja incansablemente en la defensa de los derechos de los niños y niñas.
Villar ha demostrado que el fútbol es más que un juego; es una plataforma para el cambio social. Su labor humanitaria ha inspirado a muchos y lo ha convertido en un ícono no solo en Paraguay, sino en toda Latinoamérica.
Además de su compromiso con los niños, Villar también es un firme defensor de la educación. Cursó estudios de psicología y actualmente es estudiante de derecho. Cree firmemente que la educación es la clave para el desarrollo personal y el progreso social.
Justo Villar, el arquero y el hombre, es un ejemplo de que el éxito no se mide solo por los trofeos ganados, sino por la huella que dejamos en el mundo. Su legado como deportista y como ser humano seguirá inspirando a generaciones venideras en Paraguay y más allá.