La Grossa de Cap d'Any

El 31 de diciembre, cuando el año se despide y otro nuevo está a punto de comenzar, los catalanes nos reunimos en torno a la radio o la televisión para escuchar el sorteo de la Grossa. Es un momento mágico, en el que las calles se quedan vacías y el silencio se apodera del ambiente. Todos estamos pendientes del azar, esperando que la suerte nos sonría.

Este año, la Grossa repartirá 310 millones de euros en premios. El primer premio, el "Gordo", está dotado con 200.000 euros por billete. Pero no solo hay un primer premio, también hay un segundo de 65.000 euros y un tercero de 30.000 euros. Además, hay numerosos premios menores que hacen que la ilusión se reparta entre muchos.

Pero la Grossa no es solo una cuestión de dinero. Es una forma de compartir sueños, de ilusionarse, de creer en la magia de la vida. Cada año, millones de catalanes compramos un décimo, con la esperanza de que este sea el año en que la suerte nos acompañe. Y aunque la mayoría de las veces la suerte no nos sonríe, no perdemos la ilusión. Porque la Grossa es más que un sorteo, es una tradición que nos une y nos hace soñar.