Saladillo, un tranquilo pueblo de la provincia de Buenos Aires, alberga un secreto culinario que sorprenderá a los paladares más exigentes. Más allá de sus pintorescas calles y su amable gente, Saladillo guarda un tesoro gastronómico que dejará huella en tu memoria culinaria.
El santuario de la parrillaPara los amantes de la carne, Saladillo es un verdadero paraíso. El aroma a parrilla se cierne en el aire, invitando a saborear jugosos cortes asados a la perfección. desde tiernas colas de cuadril hasta imponentes bifes de lomo, cada bocado es una sinfonía de sabores.
No puedes perderte "El Rancho de Don Curro", una parrilla tradicional donde el tiempo parece haberse detenido. aquí, la carne se cocina con mimo y paciencia, dando como resultado platos que te transportarán a otro mundo. El vacío a la estaca es una especialidad que te dejará sin palabras, con su tierna y jugosa carne que se deshace en la boca.
Pastas caseras con amorSi las pastas son tu pasión, Saladillo también tiene mucho que ofrecerte. En el corazón del pueblo, encontrarás "Lo de María", una casa de pastas que elabora sus productos de forma artesanal, con ingredientes frescos y mucho cariño.
Ravioles, ñoquis, canelones... la variedad de pastas es asombrosa. Pero no te conformes con cualquier cosa, pide los sorrentinos de jamón y queso. Su masa suave y su abundante relleno te harán suspirar de placer. Y no olvides acompañar tus pastas con una deliciosa salsa casera, elaborada con la receta secreta de la familia.
Empanadas que enamoranLas empanadas son otro de los imprescindibles de Saladillo. Desde las clásicas de carne hasta las más innovadoras, como las de espinaca y queso o las de pollo con curry, hay una empanada para cada paladar.
No importa si vienes solo o en compañía, Saladillo te espera con los brazos abiertos y su mesa bien servida. Embárcate en un viaje culinario inolvidable y descubre los sabores ocultos de este encantador pueblo. Porque en Saladillo, la gastronomía es mucho más que alimento, es una celebración de la vida.