En el corazón de la ciudad capital, donde las calles se visten de azul y granate, se juega uno de los derbis más apasionantes del fútbol peruano: el encuentro entre Alianza Lima y Universitario de Deportes.
Su historia se remonta a los albores del siglo XX, cuando ambos clubes representaban a los barrios obreros y aristocráticos de Lima, respectivamente. La rivalidad creció con los años, alimentada por los éxitos deportivos, la diferencia de clases sociales y el orgullo de sus fieles seguidores.
Un clásico con sabor a barrio
Los partidos entre Magallanes y San Marcos trascendían el ámbito deportivo. Se convertían en una batalla campal, donde los hinchas defendían los colores de su equipo con uñas y dientes. Las gradas se llenaban de cánticos, banderas y un ambiente electrizante que hacía temblar el estadio.
"Recuerdo cuando iba a la cancha con mi padre", cuenta un aficionado blanquiazul. "El estadio era un hervidero de emociones. La gente gritaba, lloraba y se abrazaba. Era una experiencia única".
Las noches mágicas de Matute
El Estadio Alejandro Villanueva, conocido como Matute, se convirtió en el fortín de Alianza Lima. Un lugar donde los íntimos hacían historia y derrotaban a sus eternos rivales. La noche del 24 de febrero de 1971 quedó grabada en la memoria de los aliancistas.
Ese día, Universitario llegó a Matute con un invicto de 36 partidos. Pero la "Máquina Celeste" estaba inspirada. Percy Rojas abrió el marcador y Teófilo Cubillas sentenció el triunfo. La victoria quedó inmortalizada en la canción "3-1", un himno que aún hoy cantan los hinchas.
La garra crema en el Monumental
Por su parte, Universitario también tenía su reducto sagrado: el Estadio Monumental, conocido como "el Coloso de Ate". Allí, los cremas defendían su honor y buscaban la gloria. Una de las noches más épicas fue el 2 de noviembre de 1997.
Alianza Lima llegó al Monumental con una ventaja de 2-0 en la final del campeonato. Sin embargo, los cremas sacaron su garra y remontaron el marcador. Roberto Farfán y Juan Manuel Vargas anotaron los goles que dieron el título a Universitario y desataron la euforia en la hinchada.
Los partidos entre Magallanes y San Marcos siempre han estado rodeados de polémica y pasión. Los hinchas se acusan mutuamente de robos, trampas y favoritismos arbitrales. Pero, más allá de las diferencias, existe un respeto mutuo entre las dos hinchadas que reconocen el valor de su rivalidad.
"Nosotros somos rivales, pero también somos peruanos", dice un болеador de la "U". "En el fondo, todos queremos que el fútbol peruano crezca y sea un orgullo para nuestro país".
El derbi que nunca termina
Magallanes y San Marcos seguirán enfrentándose durante muchos años más. Es un derbi que trasciende generaciones y que seguirá apasionando a los hinchas peruanos. Un derbi lleno de historia, emoción y controversia que forma parte de la idiosincrasia de nuestro fútbol.
¿Quién ganará el próximo clásico?
¡Eso solo lo sabe el destino!