Manilva, una joya escondida en la Costa del Sol, es un destino que cautiva a los visitantes con su encanto andaluz, sus impresionantes playas y su rica historia. Este pintoresco pueblo es un remanso de paz y tranquilidad, alejado del ajetreo y el bullicio de las ciudades costeras más concurridas.
El corazón de Manilva es su casco antiguo, un laberinto de calles estrechas y casas encaladas que transporta a los visitantes a otra época. Las plazas sombreadas y las fuentes burbujeantes crean un ambiente idílico, perfecto para pasear tranquilamente y empaparse de la auténtica cultura andaluza.
Además de sus atracciones turísticas, Manilva es famosa por su deliciosa gastronomía, que combina los sabores tradicionales andaluces con influencias mediterráneas. Los visitantes pueden deleitarse con platos exquisitos como el gazpacho, el salmorejo, el pescaíto frito y las sardinas a la brasa en los numerosos restaurantes y chiringuitos del pueblo.
Para los amantes de la naturaleza, Manilva ofrece una amplia gama de oportunidades para disfrutar del aire libre. El Parque Natural de los Alcornocales, situado al norte del pueblo, ofrece rutas de senderismo y ciclismo de montaña a través de impresionantes bosques de alcornoques y algarrobos. La Reserva Natural de la desembocadura del río Manilva, en el extremo oriental del pueblo, es un paraíso para la observación de aves y alberga una gran variedad de especies, como flamencos, garzas y águilas.
Manilva es un destino que tiene algo que ofrecer a todos, desde amantes de la playa y entusiastas de la historia hasta amantes de la naturaleza y sibaritas. Su encanto andaluz, sus impresionantes playas y su rica cultura crean una experiencia vacacional inolvidable que dejará recuerdos duraderos.